domingo, 17 de junio de 2012

La muerte de un ser querido

Cuando se pierde a un ser querido nos planteamos muchas preguntas y vamos entendiendo los ciclos de la vida, inevitablemente aceptamos que las cosas ocurren independientemente de lo que nosotros deseábamos o esperábamos. 

Pienso que lo natural es nacer y morir pero cuando a un ser querido le llega la hora, sea como fuere, parecemos no estar preparados, como si fuera algo que nunca pudiera ocurrir, como si estuviera ajeno a nuestra condición de humanos. Cierto día pasa y entonces pensamos en porque no disfrutamos de esa persona, porque no aprendimos de ella, porque…. Muchas preguntas pero la respuesta está muy clara: vive con plena conciencia cada segundo, disfruta cada paso de la vida, y acepta todo lo que ocurra con alegría y buen carácter. 
Hay otros mecanismos de respuesta, la culpabilidad, la depresión, el suicidio etc… pero son opciones alejadas del sentido común y que nos pueden llevar por caminos de sufrimiento que son innecesarios. 

No deseo la muerte de nadie y menos de un ser querido, pero si deseo que hasta que esa hora llegue seamos capaces de vivir la vida, sin pensar tanto en lo que pasará y siendo más conscientes del presente, de lo que acontece en cada instante, por muy cotidiano que parezca. Para entender esto solo hay que quitarse “el traje de romano” y abrir un poco nuestro corazón, sin miedo y aceptar a los que nos rodean, disfrutando de ellos sin tantos prejuicios. 

En realidad pienso que la muerte no existe, sino únicamente en un plano físico y ello me provoca una pérdida del miedo a vivir la vida, sin tapujos, aprovechando cada respiración hasta que por suerte, por que dios quiera o por que simplemente tenga que ser así, muera. 

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